El seguro de vida no es para el más allá, es para el más acá. Antes se utilizaba únicamente para garantizar la estabilidad financiera de nuestras familias en el futuro, ahora también se utiliza para preservar la riqueza y la calidad de vida en el presente.
A medida que los costes sociales se disparan, los gobiernos se ven obligados a aumentar sus ingresos fiscales. Por ello, los impuestos sobre la renta y el patrimonio aumentan. Los refugios fiscales son objeto de un intenso escrutinio. El intercambio automático de información se ha convertido en la norma y la nueva legislación ha dejado sin efecto muchos métodos tradicionales de conservación del patrimonio.
Afortunadamente, el seguro de vida sigue siendo una poderosa estrategia de conservación del patrimonio que ofrece ventajas fiscales y protección del capital.
Al combinar las cualidades de un sólido vehículo de inversión y una cobertura de seguro a largo plazo, los productos de Vida Universal Variable (VUL) representan el vehículo de elección para las inversiones protegidas del crecimiento. La rentabilidad de una póliza VUL está vinculada a referencias de inversión predefinidas. El importe del seguro puro se determina en función de sus objetivos de planificación. Debido a la naturaleza de la póliza, el valor en efectivo y la prestación por fallecimiento pueden fluctuar en función del rendimiento de los puntos de referencia de inversión seleccionados.
El proceso es sencillo: una parte sustancial de la prima de la póliza se invierte y se revaloriza en un entorno protegido de impuestos con un custodio de confianza. Cuando se necesiten fondos, se puede pedir un préstamo contra la póliza o retirarlos de la misma. Los fondos prestados o retirados están total o parcialmente exentos de impuestos, dependiendo de su país de residencia. Por lo tanto, la VUL es la combinación perfecta entre la inversión y la protección del seguro de vida dentro de una única póliza.
Parte de Amphora Financial Group